Historia
Insignia de la Unidad
Una insignia es un emblema, símbolo de honor, símbolo de una organización.
Decreto Ejecutivo de creación del CEE
El Cuerpo de Ingenieros del Ejército fue creado en el Gobierno del Dr. José María Velasco Ibarra, Presidente de la República, mediante la suscripción del Decreto ejecutivo número 134 del 4 de octubre de 1968, delegando con ello una nueva misión “apoyar e integrar al país con obras de infraestructura vial en la región amazónica”.
Esta unidad de Ingeniería militar tendría la potestad de planificar su trabajo, estructurar su doctrina y dirigir técnicamente su accionar, constituyéndose así, en una unidad técnica-operativa con capacidad de apoyar las operaciones del ejército en su misión de defender la soberanía nacional y apoyar el desarrollo del país.
El Batallón de Ingeniería pasa a ser una unidad orgánica de la División, en condiciones de cumplir misiones como Arma y como Servício. En definitiva, su organización y su forma de empleo fue el resultado de las experiencias obtenidas durante la 11 Guerra Mundial. Desde entonces, el Arma ha crecido continuamente en su magnitud y en su importancia, volviéndose una de las más esenciales en el campo de batalla; sin embargo, no faltan quienes aun quieren considerar a los Ingenieros como un servício, desnaturalizando involuntariamente su misión.
En 1968 la situación de las Fuerzas Armadas en general y del Ejército en particular estaba caracterizada por una pobre infraestructura de sus unidades, la mayor parte de ellas tenían serios problemas en sus viejas instalaciones, se carecía de elementos tan importantes como el agua potable, la luz eléctrica, la red sanitaria; no existía prácticamente vivienda fiscal, los destacamentos fronterizos y aún las unidades subsistían a base de los ahorros del rancho y la logística en general tenía serios problemas de abastecimiento. En cuanto a su armamento, apenas se había renovado en 1964 al viejo fusil Mauser por el Fal.
En la Ingeniería la situación era aún más deplorable, sus unidades estaban armadas y equipadas de manera similar a las unidades de Infantería, no existía una doctrina de empleo ni los medios técnicos necesarios para implementarla; algún pequeño contrato de obra pública permitía contar con maquinaria y equipo para su realización y servía de base para el aprendizaje y entrenamiento de sus Soldados en su misión de carácter técnico. En 1960 desaparecen las unidades «General Córdova» y «Ricaurte» para fortalecer de alguna manera al Batallón «Chimborazo». El Batallón «Esmeraldas» había sido disuelto en 1946.
Ante esta situación, con visión de futuro, los oficiales del Arma plantean la necesidad de fortalecer a la Ingeniería Militar, mediante la conformación de una unidad que concentre a los dispersos elementos que lo constituían, que tenga la capacidad de planificar su empleo, estructurar su doctrina y dirigir técnicamente sus trabajos. Desde el punto de vista operativo, esta gran unidad estaría en condiciones de apoyar adecuadamente las operaciones del Ejército en su primigenia misión de defender la soberanía nacional.
Por otro lado, el país carecía de una red vial que pueda integrarlo y desarrollarlo adecuadamente, especialmente en las zonas fronterizas y orientales, a donde generalmente las compañías constructoras civiles no querían exponerse. Las Fuerzas Armadas por su parte, requerían de una unidad que le permita colaborar en su segunda misión constitucional; es decir, apoyar al desarrollo nacional, y en este campo, es decir, el de la vialidad, la única forma de hacerlo era a través de la participación de los Ingenieros Militares.
Bajo esta óptica y especialmente en lo relacionado con el apoyo al desarrollo nacional, se decide crear el Cuerpo de Ingenieros del Ejército; por ello, sus considerandos se refieren exclusivamente a este importante campo de acción. En la redacción del Decreto 134 participó activamente el Sr. Coronel Ing. Jorge García Negrete, quien a esa fecha prestaba sus servicios en la Comandancia General del Ejército.
En la historia de la Ingeniería Militar
El Arma de Ingeniería desde sus inicios ha jugado un importante papel en el engranaje militar cumpliendo con sus misiones de movilidad, contra-movilidad, supervivencia e ingeniería en general y como parte de esta última misión apoyo al desarrollo donde se complementa el entrenamiento de nuestras tropas para actuar eficientemente a las diversas circunstancias como: desastres naturales, enfrentando así los retos con el más alto nivel de calidad acorde a las expectativas nacionales y actualmente internacionales en las misiones de paz; desde los inicios de la Ingeniería Militar las actividades y ejercicios aplicativos en el terreno han sido fundamentales en la capacitación del zapador minador, donde la autoevaluación y autocrítica nos encamina a la excelencia de nuestras misiones y actividades.
El Arma de Ingeniería Militar ingresó con paso firme en una nueva era, con el orgullo del pasado, el valor del presente y la expectativa de un futuro optimista, observando y apoyando las directrices de nuestros mandos en la visión institucional; hablar de la ingeniería militar de futuro es la actualización y capacitación permanente de nuestro personal militar y civil, evolucionando constantemente para tener una respuesta acertada y oportuna de nuestras misiones presentes y las posibles del futuro; todas nuestras unidades han tenido un brillante desempeño en, los trabajos de desminado humanitario, control y mantenimiento del Oleoducto y Poliducto, misiones subsidiarias que cumplen los Batallones, manejo y neutralización de explosivos y artefactos condiciones de alto riesgo, obras de infraestructura y bienestar del personal de FF.AA, obras civiles y viales en apoyo al desarrollo del país, entre otras, son cartas de presentación de una Ingeniería Militar preparada, proyectada, responsable y desinteresada con el engrandecimiento de nuestro Ejército y la nación además de extender nuestras fronteras en las misiones de operaciones de paz en la República de Haití y Cuba.
El Cuerpo de Ingenieros del Ejército, (C.E.E) empleando innovaciones tecnológicas ha entregado al país obras que generan el desarrollo, preparándonos en épocas de paz para la defensa de la soberanía nacional, pero fortaleciendo los lazos de amistad con la población civil en la generación de fuentes de trabajo directo e indirecto, la mano de obra local obtuvo un valor agregado, nuestros profesionales y técnicos transfirieron conocimientos a quienes participaron en la ejecución de los proyectos (militares, obreros, técnicos, ingenieros) y se evidencia de forma admirable el trabajo en equipo.
La experiencia con que cuenta el C.E.E con sus unidades militares y grupos militares de trabajo, es fruto de la heredad militar del soldado del ingenio, forjado en tradiciones de misiones cumplidas, llevadas a cabo con alma y corazón, guiados por el todopoderoso transformando las tecnologías y doctrinas en hechos palpables.
Historia del Arma
Considerando que uno de los principales objetivos del Estado, es promover el desarrollo socio-económico del país mediante la ejecución de obras de infraestructura, el 4 de octubre del 1968, el visionario Dr. José María Velasco Ibarra, crea el Cuerpo de Ingenieros del Ejército para dirigir, planificar, ejecutar y supervisar trabajos en coordinación con los distintos organismos del Estado, siendo sus dos misiones fundamentales la Seguridad y el Desarrollo Nacional.
El C.E.E. es una unidad militar que cumple misiones concretas emanadas por el Comando de la Fuerza Terrestre, proporciona apoyo de ingeniería al Ejército de Operaciones para aumentar el poder combativo de las tropas en campaña, ejecutando una diversidad de tareas que crean condiciones favorables para el combate, tal como se demostró en el Alto Cenepa, alcanzando su máxima:
“El Soldado ingeniero es el primero en entrar en combate y el último en salir”
En los conflictos de 1981 y sobretodo, de 1995, las tropas de ingeniería, en especial el BE. 68 “Cotopaxi”, desplegaron un enorme esfuerzo bélico: construyeron helipuertos y abrieron picas, en propios campos de batalla; así como, se dió mantenimiento a la red mínima vial, mejorando los refugios y otras obras de fortificación de campaña.
En 1996, se crea la Brigada de Ings. Nº. 23 “CENEPA”, como unidad subordinada al CEE, con la misión de proporcionar apoyo de combate de ingenieros al Ejército de Operaciones.
Después de 8 años de la Guerra No Declarada, para la Ingeniería, las acciones militares continúan. Es así que, el Comando General de Desminado, merece alusión especial por las operaciones humanitarias que ejecuta con el afán de incorporar al territorio nacional, áreas libres de minas antipersonales.
Su accionar va encaminado a la satisfacción de las necesidades de sus clientes, a la conservación del medio ambiente, prevención a la contaminación y a garantizar que la seguridad y salud ocupacional sean inherentes al desarrollo de todas sus actividades, productos y servicios del CEE.
En el desarrollo nacional tiene la facultad de aportar en la construcción de obras de infraestructura, principalmente en el campo de la vialidad en sitios fronterizos, en los más inhóspitos lugares, llegando con su equipo humano y técnico y lo que es más, toda obra que ha asumido la Institución ha sido concluida a cabalidad sin esperar rentabilidad.
El soldado ingeniero, se destaca materializando los planes de guerra, siendo el primero en ingresar al combate, preparando el terreno, dando paso y enlace; y el último en salir, cerrando las brechas del teatro de operaciones.
Hoy puede afirmarse, sin temor a equivocarse, que no es posible un combate sin la Ingeniería.